La meta de una Educación Clásica en Artes Liberales es hacer libre a la persona de la estrechez, rigidez y prejuicios, que son la característica natural de nuestras mentes.
La meta de una Educación Clásica Cristiana es hacerlo para la Gloria de Dios.
Aunque es verdad que, aparte de la salvación, una persona educada puede ser solamente un necio educado, también es cierto que un cristiano ignorante, no importa cuán piadoso sea, se halla limitado por esa ignorancia.
Un cristiano educado es un siervo más efectivo de Dios porque sus habilidades y talentos naturales han sido desarrollados en lugar de atrofiarse.
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Por: Wes Callihan.